Nuestras mujeres arropadas por las profesionales Ana Estévez y Laura Macía

AJUPAREVA mujeres Ana Estévez

Hoy nuestra entidad está acogiendo un encuentro con nuestras mujeres ludópatas gracias a la presencia de dos grandes profesionales con el objetivo de entender cuál es la actual situación que vive una mujer ludópata y cómo se siente en su entorno familiar y social.

El encuentro también se está dirigiendo a las mujeres que son familiares de nuestras enfermas, pues como ya sabéis la familia es parte esencial para el tratamiento de rehabilitación que en AJUPAREVA llevamos a cabo.

Las dos profesionales que están participando son Ana Estévez, Miembro de Honor de FEJAR) y Titular en la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Deusto, así como directora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad de Deusto. Y también con la compañía de Laura Macía Guerrero, investigadora y docente predoctoral de la Universidad de Deusto.

Nuestra secretaria general y miembro de FEJAR, Mª Jesús Escudero con Ana Estévez

A lo largo de los 30 años de existencia de esta entidad han solicitado ayuda un total de 344 mujeres (a fecha de 2020). Una cifra que según la secretaria de AJUPAREVA, Mª Jesús Escudero, sería mayor si todas las mujeres que tienen esta adicción pudieran tener la libertad de decirlo. En el año pasado sólo atendimos a cinco mujeres. “Hoy en día todavía somos minoría, las ludópatas muchas veces no llegamos a solicitar esa ayuda psicológica por miedo al qué dirán. Que no se nos vea no significa que las mujeres no tengamos ese problema”, comenta Escudero.

Además, existe un doble estigma muy diferenciado, por un lado lo que conlleva ser ludópata y por otro el de ser mujer. “Todavía hay signos de machismo en la sociedad en la que vivimos, y eso afecta directamente al tratamiento de la ludopatía en las mujeres. Tenemos que ser madres, cuidadoras, enfermeras, profesores, etc… ¡vamos perfectas! parece que no podemos fallar, y menos tener esta adicción”, señala la secretaria de AJUPAREVA.

Otro de los hándicaps a los que se enfrenta la mujer ludópata es el poco o inexistente apoyo familiar que recibe. «Es curioso, normalmente los hombres que acuden a AJUPAREVA tienen mayor apoyo social. La familia le presta apoyo emocional pero en el caso de ser mujer no siempre es así. A veces los familiares no quieren admitir que su mujer o madre está enferma”, matiza Escudero.

Por todas estas razones desde AJUPAREVA pretenden dar a conocer en profundidad la realidad de la mujer jugadora, y es que por ejemplo “las mujeres jugamos a juegos diferentes y por motivaciones distintas a los hombres”, comenta Mª Jesús.

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